FEBRERO 2014 boletines anteriores
  << Volver  
El plan de continuidad de un negocio.

Asegure la continuidad de su empresa.

El plan de continuidad de un negocio, o en sus siglas inglesas BCP (Business Continuity Plan), es un plan logístico empresarial encaminado a la recuperación y restauración de las funciones críticas del negocio después de una interrupción no deseada que pueda poner en peligro la continuidad del mismo a corto plazo.

Lamentablemente existen muchas contingencias que pueden amenazar nuestro negocio, algunas irremediables (terremotos, inundaciones, o fenómenos meteorológicos en general) así como algunas previsibles o sobre las cuales se pueden adoptar medidas de seguridad relativamente baratas. Igualmente existen medidas para minimizar las pérdidas que pueden generarse como consecuencia de una de estas contingencias. Podemos contratar con diferentes compañías aseguradoras  pólizas de seguro de interrupción de negocios que generalmente nos aseguran la pérdida de ganancias netas y gastos continuos como consecuencia, por ejemplo, de un incendio en nuestras instalaciones.

Sin embargo, si bien podemos “recuperar” parte de la pérdida que puede significar un incendio en nuestras instalaciones (con la consecuente pérdida de existencias, archivos o bienes materiales) a través de la contratación de seguros, no podemos “recuperar” o, mejor dicho, normalizar nuestra actividad si no disponemos de un BPC.

Pudiera parecer que este tipo de planes está más bien  destinado a grandes empresas o aquellas cuya actividad se centra más en el almacenamiento virtual o tratamiento informático de datos, sin embargo, los BCPs son recomendables para todos los negocios independientemente de su volumen, complejidad societaria o del tamaño de sus instalaciones. No se necesita un desastre para saber que esas cosas suceden, más cuando tenemos ejemplos que nos muestran la necesidad de disponer de este tipo de planes.

Como todo el mundo recordará, un incendio acaecido en febrero de 2005 en el centro financiero de Madrid dejó asolada la torre Windsor. El Corte Inglés, por ejemplo, permaneció cerrado por seguridad, lo cual significó grandes pérdidas para la empresa (Tuvo que anular miles de encargos de flores con motivo del día de San Valentín), o empresas de auditoría o abogados, cuya sede estaba en la propia torre, vieron cómo ciento de documentos, informaciones confidenciales y datos de crucial importancia sus clientes, que estaban en pleno cierre del ejercicio 2004, quedaban totalmente destruidos. Pues bien, dichas empresas disponían de este tipo de planes y centros de back-up, que les permitieron seguir trabajando en cuestión de horas. ¿Magia? No, sentido común y prevención.


No piense que continuidad del negocio abarca únicamente una recuperación de los datos informáticos custodiados por su empresa. Un BPC está enfocado no sólo a la prevención, sino a la recuperación del negocio tras un siniestro. La continuidad del negocio es parte de la gestión general del riesgo en una compañía y tiene áreas superpuestas con la gestión de seguridad y tecnología de la información.

Es cierto que no siempre se valoran los riesgos como se debería, más cuando vemos tan lejano que un desastre de este tipo nos pueda ocurrir a nosotros. Es muy normal pensar “tengo  que evaluar la implantación de un plan de continuidad para mi negocio en cuanto tenga un momento” y dejar pasar el tiempo hasta que sea demasiado tarde. El tiempo es dinero y nunca se valoran suficientemente las acciones de prevención frente a las acciones con resultado inmediato, sin embargo se puede armonizar el desarrollo de un BPC y la propia gestión de la empresa.

Por ello, a través del presente artículo, animamos a los lectores a que, cuanto menos, se planteen la implementación de un BCP en su negocio siguiendo unas pequeñas pautas. Piensen que actualmente con los avances técnicos existentes, introducir una BCP en nuestra empresa e inculcar una política de contingencias en nuestro equipo humano es más barato y accesible que nunca.

Lo primero que deberá realizar la empresa es un análisis pormenorizado del impacto económico que ocasiona el desastre en la interrupción del negocio. Una vez obtenido este informe, la compañía tendrá la capacidad de clasificar los procesos de la empresa en función de la criticidad, así como establecer prioridades en la recuperación y marcar los tiempos necesarios para ello. Es importante establecer prioridades. Al enfocar su plan de continuidad no pretenda reactivar el negocio en 4 horas, sea consciente de la gravedad de cada posible incidente y póngala en contraposición con sus principales fuentes de ingreso.

Priorice aquellas fuentes que permitan a su negocio poder disponer de un margen razonable de actuación en caso de un “apocalipsis”, al menos, para poder realizar pequeñas actuaciones. Si dispone de un BCP no será un “Volver a empezar” pero podrá hacer que el agua no esté a la altura de su cuello y dispondrá de las herramientas necesarias para achicarla y no tendrá que improvisar. El BPC será su guía anti-pánico en caso de desastre, así que dedíquele tiempo a perfeccionar el plan, o asegúrese de disponer de profesionales que puedan asesorarle en esta materia. Entre tanto, hágase las siguientes preguntas:

¿Cuál es el nivel mínimo de servicios o productos que necesito suministrar o producir una vez que restablezca mis operaciones comerciales?
 ¿Cuál es el  volumen mínimo de datos que necesito proteger y/o restablecer para garantizar la continuidad de su negocio?
¿Cuándo se debe reanudar una actividad o se deben recuperar recursos?
¿Cuándo necesito reanudar la actividad después del desastre? ¿Inmediatamente? O puedo permitirme más tiempo. Cuanto antes siempre es mejor, pero sea razonable en su respuesta.
¿Puedo planificar, mantener y mejorar continuamente la continuidad del negocio?
¿Funcionará? Cuando lo tenga…no dude en dar una “falsa alarma” y comprobar si las medidas funcionan a la hora de recuperar la funcionalidad logística, al menos en cuanto a telefonía, equipos informáticos y calidad de los datos recuperados.
Además de los BCP que las empresas pueden desarrollar internamente, existen normas estandarizadas que permiten la implantación de planes de este tipo. Por ejemplo, la norma ISO2230, denominada “Sistemas de gestión de la continuidad del negocio” es muy útil para valorar posibles riesgos e intentar minimizarlos. Esta norma está enfocada a:

1.- Preservar los intereses de los socios/accionistas de la empresa:

2.- Mejorar su resultado operacional:

- Reducción de riesgos.
- Reducción de costes.
- Reducción de tiempos de inactividad.

3.- Mayor su eficacia operativa.

4.- Proteger los bienes materiales y el “know how”.

5.- Evitar acciones derivadas de responsabilidad empresarial.

Es necesario ser consciente de las limitaciones de nuestro negocio, pero no por ello negarnos rotundamente a disponer de un plan de continuidad que nos permita negarnos a admitir que hay cosas sin solución.  Es cierto que no podemos permitirnos mantener dos oficinas únicamente por si una de ellas se quema en un incendio, pero si podemos tener algunos trucos muy importantes y sencillos:

1.- Hacer una copia de seguridad de los datos de nuestros sistemas, a ser posible diariamente  y que se realice de forma automática siempre es una buena idea.

2.- Mantenga copias locales (en un disco duro externo, un NAS, etc) y otras externas, fuera de las instalaciones. Piense que hoy en día es  técnicamente muy fácil  de hacer a través de internet, como por ejemplo a través de servicios de cloud computing, o servicios de almacenamiento de copias de seguridad remotas en la nube (Dropbox, Google drive, etc), siempre en observancia de la normativa referente a protección de datos de carácter personal y al tipo de ficheros de los cuales sea su empresa responsable.

3.- Virtualizar los equipos informáticos puede ser de ayuda. Si conserva el contenido de los equipos en un servidor externo, siempre podrá recuperar la información y la funcionalidad del mismo  descargando el equipo virtual en nuevos equipos informáticos físicos.

4.- Telefonía IP. Existen servicios de centralitas virtuales con telefonía IP. Con estos teléfonos, podemos tener nuestro número activo en cuestión de minutos solamente con tener una conexión a internet. Quiere decir que si nuestra oficina  ardiese en un incendio, disponiendo de telefonía IP solamente tendríamos que comprar un teléfono y conectándolo a internet ya estaríamos recibir y realizar llamadas a nuestros clientes para tranquilizarles, mientras  por televisión ven como arde nuestro negocio.

En conclusión, un plan de continuidad puede ayudarle a amortiguar y minimizar los efectos de un desastre, reducirá el tiempo en la recuperación de la información restaurando los procesos operacionales clave de sus recursos y servicios de tecnologías de la información, y estableciendo una guía que paso a paso le ayudará a poder continuar casi “normalmente” con su negocio.

Compartir en              << Volver  
Legislación para empresas (del 16 de eneroal 15 de febrero)
Convocatorias de Subvenciones (del 16 de enero al 15 de febrero)
Convenios Colectivos - enero

ESTUDIO JURÍDICO V2C ABOGADOS S.L.

MADRID
Avenida Alberto Alcocer 46B, 2º A - 28016 - Madrid / Tel. 91 519 81 30
email: info@v2c.es